Travesía Ojáncano-Anjana

Un río subterráneo

Izanatur

12/10/20252 min read

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La travesía Ojáncano-Anjana es relativamente corta, pero ofrece una experiencia espeleológica completa. A continuación, se detallan los principales segmentos del recorrido:

  1. Entrada por el Cubillo de Ojáncano: La boca de entrada es de dimensiones reducidas, lo que requiere cierta destreza para acceder. Una vez dentro, se desciende por una serie de resaltes y galerías estrechas.

  2. Galerías Intermedias: Tras el descenso inicial, se accede a galerías de mayor amplitud adornadas con formaciones calcáreas como estalactitas y estalagmitas. Durante el recorrido, es común encontrar pequeños cursos de agua y zonas con goteo constante.

  3. Zona Acuática: Uno de los segmentos más destacados de la travesía es el tramo acuático. Dependiendo de las condiciones meteorológicas y las precipitaciones recientes, el nivel del agua puede variar, por lo que es esencial evaluar este aspecto antes de la exploración. En épocas de lluvia, este tramo puede presentar dificultades adicionales .

  4. Salida por el Cubillo de Anjana: La salida se realiza por una boca más amplia y accesible que la de entrada. Este punto marca el final de la travesía y permite a los espeleólogos emerger a la superficie tras una experiencia enriquecedora en el subsuelo cántabro.

Aunque la travesía Ojáncano-Anjana es considerada de dificultad media, es fundamental contar con el equipo adecuado y tener experiencia previa en espeleología. Se recomienda:

  • Casco con iluminación: Esencial para garantizar la visibilidad en el interior de la cueva.

  • Arnés y material de progresión vertical: Algunas zonas pueden requerir técnicas de ascenso o descenso.

  • Neopreno: Dado el tramo acuático, un traje de neopreno ayuda a mantener la temperatura corporal.

  • Calzado adecuado: Botas con buena adherencia para evitar resbalones en superficies húmedas.

  • Ropa de cambio: Al finalizar la travesía, es recomendable contar con ropa seca.

La elección de los nombres para las bocas de la travesía no es casualidad. En la mitología cántabra:

  • Ojáncano: Representa a un gigante de un solo ojo, símbolo del mal y la destrucción. Se le atribuyen actos de crueldad y es considerado una amenaza para los humanos.

  • Anjana: Es una hada benévola que protege a los viajeros y castiga a los malvados. Se le describe como una mujer de gran belleza y bondad, que habita en los bosques y cuevas, ofreciendo ayuda a quienes la necesitan.

Esta dualidad entre el bien y el mal se refleja en la travesía, ofreciendo a los espeleólogos una experiencia que va más allá de la exploración física, adentrándose en las raíces culturales de Cantabria .